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Pues he regresaooooooo...

Con más cicatrices y moretones y con menos tiempo. Quedé un poco norteada en el tiempo, imagínense, en este momento tuve que hacer cuentas para saber cuántos años tenía. Y es que un mes me pareció un año.

Se viven muchas cosas, muchas experiencias nuevas, que sabes que jamás vas a vivir de la misma manera, porque ya no serán nuevas, y eso se resiente un poco.

Pero hice amigos, y gracias a Dios que son familia, porque esa no se va con el tiempo. Siguen ahí siempre, te esperan, te quieren.

Se me va a extrañar, y yo también voy a extrañar, pero nunca como extrañé a este lado del mundo, a este hemisferio que, en un radio de mil kilómetros de un país tercermundista y parte del país más poderoso del mundo, contenía a lo que más quiero en la vida.

Pues volví... Piti piti me dió asilo político y se pisteó mis cheves. Ahora tengo que limpiar su cocina, que es un verdadero asco. No pienso lavar los trastes, me rehuso.

Me parece que no han cambiado demasiado las cosas. La que cambió, fuí yo :)

Rancho, here I come!!!