lunes, 17 de noviembre de 2008

Pensando

Creo que debo volver a mis orígenes.

Escribir, escribirlo todo.

Porque todo merece ser desmenuzado, y después examinado para, posteriormente, volverlo a armar o desecharlo.

Es difícil ser yo. Sí, creo que eso todos lo sabemos. Pero a últimas fechas, he escuchado a mis amigos. Y todos tienen algo que decir al respecto.

Hace algunas meses una persona me dijo que si yo anduviera con él, no me dejaría desvelarme ni pistear con mis buddies, que él era más importante que ellos, que con ellos no me iba a casar... paralabras más, palabras menos.

Bueno, resulta que cambié bastante mis hábitos desde aquella conversación en un afán de demostrar que sí podía ser la mujer perfecta para esa persona. Completamente conciente de la estupidez que estoy diciendo, no hace falta que lo mencionen.

Ahora, he visto a algunos de mis amigos para echarme unas cheves en estos últimos días. Todos me dijeron básicamente lo mismo. Que soy una persona muy chida, que no debería estar en la situación en la que he estado.

Todo eso ya lo sabía, pero viniendo de la perspectiva de un hombre, que te digan lo linda y/o chida que eres, vaya, ayuda bastante.

Uno de ellos es alguien que me quiso mucho tanto como amigos como de otra manera hace ya bastantes ayeres.

A las 5 am y después de haber estado hablando por horas, me dijo que no podía creer que fuera tan tarde y que se la había pasado super bien. El abrazo fue fuerte, sincero y el consejo no lo podía ignorar: Eres demasiado para esa situación, y demasiado en todos los sentidos.

Demasiado cobarde creo yo.

Bueno, pues no me fuí invicta. Los mexicanos nomás no se me dan. Quizás es que soy demasiado, ¿demasiado que? Demasiado yo y no voy con esta cultura.

Entonces, ya entendí lo que quiso decir esa canción cuando entré al café. Es el duende malo, me está tratando de sabotear.

Conclusión: Esa nunca dejará de ser TU canción, pero tiene que dejar de ser la mía. ;)

sábado, 15 de noviembre de 2008

Razón


Días de abrir los ojos.
De monólogos por celular, de aceptaciones que duelen.
De cantar y cantar hasta que duela la garganta,
De canciones dedicadas y besos sin dar.
No sé, no tengo idea de que pasó en esta semana.
Debí dejar que el martes terminara todo,
pero tenía la esperanza de que algo pudiera cambiar.

Hay tanto que quisiera decir,
tanto que quisiera olvidar,
tanto que no debí vivir.
Y después de meses de no pensar
llevo dos días pensando: llegué a mi límite.

No sé que vaya a pasar el lunes,
pero hoy, hoy voy a ser lo que siempre fui,
y tu, tu no conseguirás nunca alguien como yo.

La que estaba mal era yo, no tú.
Tu siempre tuviste razón,
no me merezco a alguien como tú
y tú bien sabes que sabrá Dios como conseguiste a una imbécil como yo.


Soy una buena mujer, a pesar del desastre que hiciste de mi...

jueves, 13 de noviembre de 2008

Belong

Hay cosas que embonan tan perfectamente que es difícil pensar que no pertenecen juntas.

Yo soy una de esas cosas.

Embono, coincido, engrano.... pero no pertenezco.

Como quisiera verlo bajo otra perspectiva

Diversión y nada más.

Lástima.

Hoy, el breve espacio más que nunca.