¿Cómo?

¿¡¿¡¿¡Qué hiciste qué?!?!?!?!

Y bue, se tenía que hacer.

Supuestamente lo más difícil pasó, ahora es sólo encontrar la manera de no ver mi teléfono cada dos minutos, de dejar de sentirme la más estúpida de todas, la que no fué suficiente.

Es convencerse de que algo así jamás hubiese funcionado y que era lo mejor. Desechar todos y cada uno de mis planes a corto plazo.

Esperé algo, una señal, cualquier cosa. Y no llegó. Lo malo es que mientras más esperaba, más grande tenía que ser lo que pasara, lo que me sacudiera. Y me negué a seguir viviendo así, dependiendo de terceras personas para ser feliz.

Ahora si chicos, necesito San Luis, necesito Monterrey, necesito alcohol, amigos, risas, abrazos. Necesito algo que me regrese a la vida porque me siento vacía. Maldita sea, lo di TODO, TODO. Yo. Yo lo dí todo. Me sabotié, lo sé, esto no pudo haber sido casualidad, lo debí hacer a propósito.

Necesito salir de aquí, porque me muero, si me quedo, me muero.

Necesito empezar a quererme un poquito, ya que me perdí todo el respeto en algún lugar del ciber espacio, hace algunas semanas.

Yyyyy... me acabo de encontrar una cancion bien chida... sabias, sabias canciones... la voy a escuchar hasta que la crea, hasta que las ganas de salir corriendo y decirle que lo amo desparezcan, hasta que sea YO y no EL lo más importante, hasta que me quede sin lágrimas y se despeje el panorama, hasta que te borres, hasta que entienda que nos hice un favor, que porque lo amo le dije adiós.