Bomba de Tiempo

Esto sí es más difícil de lo que pensaba, las despedidas empezaron, y todos saben lo que le pasa a Alicia con las despedidas.

Creo que lo que más me pega es el levantamiento de raíces, el saber que mi casa ya no estará aquí, vaya el saber que ya no tengo un hogar, y que no lo voy a tener por algún tiempo.

Dejo más de lo que había dejado nunca. No sólo a una persona que amo con todo mi corazón, si no amigos que me han acompañado durante toda mi vida y una casa que me vió crecer, que me vió cambiar, que me vió convertirme, poco a poco y a base de golpes, en la persona que soy ahora. Dejo mi vida, tal y como la conocía. y se queda sólo como un recuerdo más, de esos de los que hay muchos atorados en la garganta en estos días.

¿Cómo pude llegar a pensar que estaría bien? No tengo idea, pero me siento como una bomba de tiempo, que puede estallar en cualquier momento, y como persona excesivamente en contra de perder el control, me reprimo, y aunque salen un par de lágrimas, lo guardo todo.

Con cada despedida es un pedacito de corazón que se rompe, y sé el miércoles que suba a ese avión, espero, por su bien, que no haya nadie sentado a mi lado, porque, como saben la mayoría, no me gusta que me vean llorar.

Aguántenme un par de días más. Si a alguien lastimo con mi frialdad y sarcasmo en los próximos días, discúlpenme. Cuando más siento, menos demuestro.