jueves, 20 de marzo de 2008

Culpemos al chocolate...

Sobredosis de chocolate, palabras alterantes, llamadas y mensajitos bipolares, quemaduras, una herida extraña muy cerca de mi estrella y frio tanto externo como interno han sido el saldo de estos últimos días...

Quise volar con el viento, realmente lo deseaba. Miraba la tierra y la basura y me reía de la ironía. Ambas son cosas que desechamos, que no queremos, que nos disgustan. Sin embargo el viento las levanta y las hace volar.

Sigo sin encontrar mi viento, y miren que lo he buscado ¡eh! Y entonces palabras me distraen y me preguntan como quiero morir. ¿Morir? Sí, morir. No, no quiero morir como he vivido, con el viento en mi cara y siempre corriendo... Quiero morir con el viento levantándome. Quiero morir tranquila, de la mano de alguien. Quedarme dormida e internarme por siempre en mi mundo alterno que sólo florece a través de los sueños.

Y después de esa reflexión sale en mi playlist una canción que dice, QUIERO QUEDARME CONTIGO HASTA EL FINAL. No soy emo, pero lloro, porque me recuerda que mi equipo está peleando por quedarse. Y yo no quiero que se vaya. Yo no estoy hecha para ésto. Pero parece que son pocas las cosas que nos salen como queremos. Y veo a cada uno de esos once hombres que cada fin de semana saltan a la cancha, y les juro, los quiero. Si pudiera irlos a abrazar lo haría, y les diría: Ustedes son mis héroes y en sus manos está la sonrisa que quiero tener siempre en mis labios. Ustedes tienen mi tranquilidad y mi fé, tienen mi coraje y mi corazón. Hagan lo mejor que puedan con ellos, que necesito llorar de felicidad.

Y la canción cobra otro sentido, y la verdad, quiero tener a alguien con quien quiera quedarme hasta el final de mis días. Alguien que entienda lo que quiero y lo que soy, que lo comparta y me tome de la mano y me diga: Tu y yo, y los demás no importan. Y tener una foto de nosotros sonriendo, porque nos hemos encontrado, y cuando tenga frío me preste su chamarra y me abrace, porque obviamente la chamarra no es suficiente, y cuando tenga el pelo largo me deje hacerle trencitas, y nos quedemos un viernes en la noche en casa viendo una película y burlándonos de los diálogos, y que me diga, me voy con mis amigos a echarme unas cheves, ¿no vienes?, y entonces yo decirle, no... mejor voy a echarme un café con X amiga y te alcanzo en un rato, y que me escriba cartas y después me las lea él mismo, y que tenga mi mismo sentido del humor seco y sarcástico, y que pueda gritar un gol, de esos que salen del corazón, y si no le gusta el fútbol, que al menos haga un esfuerzo por darme por mi lado.

Y me doy cuenta que todo eso ya lo he tenido. ¿Qué tal que ya pasó mi momento y lo desperdicié? ¿Y si en realidad me dieron no una, si no dos y tres oportunidades pero no las supe aprovechar?

Entonces seguiré buscando hasta el resto de mis días, porque si bien he tenido todo eso, y he amado muchísimo, todavía no digo, HASTA EL FINAL.

2 comentarios:

Sylvanelle dijo...

Yo creo que has tenido algunas oportunidades, si, algunas cosas buenas, si, pero que ninguna ha sido "la definitiva que ya se te pasó", porque si alguno hubiese tenido la suficiente inteligencia y madurez para ser "tu definitivo", no te hubieran dejado ir.

Lo mejor está por venir.......

Solid Neos dijo...

Yo yo yo yo yo opino todoooooo lo mismo que dijo sylvanelle así que me quedé sin comentarios :S

O sea, me los quitó! , injusto tía, injusto!!

En fin, eso. Que no puede haber definitivo desperdiaciador, o lo que sea, jajaja.

Madre, ya te dije, ciertos dos parrafitos casi me hacen llorar, así que ya me perdieron.

Lo siento :(

Beso