domingo, 9 de marzo de 2008

Sueños...

Hoy estoy feliz.

¡Ganamos el clásico! Si, si, nos ayudó el arbitro... ¿Y QUE? jajajajajaja además, diganle al juez de línea que fué el que marcó el fuera de lugar. El otro si fué falta. A mi que no me vengan.

Pero eso no lo es todo. Lo que sucedió antes, durante y después de ese juego, cambiaron mi estado de ánimo de aquí a la luna.

El detonador de todo, fué un sueño. Uno de los más bonitos que he tenido en mucho tiempo, y el cual no estuvo protagonizado por el actor principal de mis delirios nocturnos por los últimos dos años.

El contenido de dicho sueño me lo reservo, no sea que piensen que en realidad estoy trastornada y me manden a un psiquiatrico, cosa que, pensandolo bien, no me vendría mal. Fué un sueño divertidísimo, en el que tuve reacciones muy propias de mi, lo cual lo hace aún más divertido. Con persecuciones, con mentiras, con risas, pero sobre todo, con un final feliz.

Unos ojos que me miraron y me derritieron. Un hombre que si bien no dijo mucho durante todo el sueño, al final dijo las palabras que el anterior protagonista de mis sueños jamás pronunció.

Si bien éste sueño no produjo el mismo efecto (gracias al cielo) de la primera vez que soñé con ese hombre que ha regido mis pensamientos por tanto tiempo, me dejó dos cosas importantes. En primera, es la primera vez que tengo un sueño de esos vívidos, reales y completos, en el que no se encuentra ese hombre fantasma que aún vive en mi realidad alterna. En segunda, me muestra que esas palabras que se pronunciaron al final son muy importantes. Que aún y cuando viviera sólo en mi fantasía, ese hombre nunca fué mio, siempre perteneciendo a alguien más.

Finalmente, me doy cuenta que siempre habrán otros ojos por los que me derretiré y sólo necesito un par de distracciones para olvidar esos ojos por los que muero...

Después de éste sueño revelador, vino una adicción a los mensajitos que no había tenido nunca, una dedicatoria muy especial y una sonrisa en los labios al prender el televisor justo en el momento en el que cae un gol que nos regresó el alma al cuerpo.

La sonrisa se prolongó al ver a mi mejor amigo, quién se quedó dormido en el camino a comprar el líquido vital de los fines de semana, y terminó con una plática donde recordé lo que han sido éstos últimos dos años, en donde he crecido más de lo que yo me imaginaba. Dos pruebas superadas y una conclusión de clavos fué el saldo de dicha plática.

Todo empezó con un sueño, y ahora que se abre un nuevo capítulo en mi vida, vuelve a comenzar con un sueño. El primer paso para olvidar es querer hacerlo, es entender que aún y cuando no puedas anular tu corazón, tu mente puede darte esas distracciones necesarias para poder mirar hacia otro lado. Por eso es que hoy me refugio en una canción, que al escucharla después de todo lo sucedido en ésta semana, ya no me parece tan triste, si no esperanzadora.

Hoy siento frio
Por lo largo de estos dias
Por lo ancho del camino
Que he perdido y que no se
Por las horas que no he visto
Por tu ausencia y por la mia
Por la lluvia de este octubre
Por el frio que le cobija entre los suspiros
que el viento se ha llevado con mi fe

Tu distancia es el naufragio
Que abatio sobre mi vida
Las auroras mas cansadas las mas tristes despedidas
Las noches mas solitarias de que tuviera razón
Y aunque clamo a la cordura a que me libre de estas ansias
Soy victima del impulso de mi propio corazón

Hay si te contara yo de penas y razones
Por las que de lejanías se han cargado mis canciones
Pero que lo cuente el tiempo porque hoy te hago esta promesa amor
Voy a olvidarte con todas sus consecuencias
Y a librar este pasado que no dejo de arrastrar

Voy a olvidarme tu nombre
Aunque sea lo ultimo que haga
Aunque sea la última cosa que me esconda lontanaza
Y ojalá que en mi camino no me abrume la añoranza
porque aunque muera de pena voy a olvidarme de ti

Y que me atrape la noche y que me lleven las tormentas
Si le vuelvo a dar motivo al sentido que te recuerda
Te repite y te repite y vuelve a hacer pronunciación
De ese tu nombre, de luz que ardía en la habitación
Como me amabas como me necesitabas como fue que se fue todo
De repente una mañana desperté lejos de ti de todo lo que fuera yo

Voy a olvidar cada noche andada al filo de tu calle
A la luz de esos faroles que jamás debieron ser
La luz que guiara mis pasos al compás de los recuerdos
Que me enardecen la sangre y hacen entre fiebre y vuelos
Un fuego en el que arde mi alma cuando sueña con tu piel
Si un dia te dije que a mis manos no se olvida la caricia de tus manos
Tu mirada encendida, voy a olvidarte de veras
Hoy olvida que te olvida, voy a derrumbar mis sueños a diseminar las ruinas
A liberarte y dejar que nada haya en tu lugar
Porque si asi no lo hiciera si comienzo a recordar
con la luz de tu milagro no podria volver a amar

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