lunes, 19 de mayo de 2008

Final

Pues... el sábado se acaba mi vida actual y empieza una nueva.

Mi papá se retira.

Llegamos a México hace 21 años, y aquí he crecido, aprendido, vaya, he vivido.

Si hay algo que le agradezco a Dios es que, por su obra, estoy donde estoy en este momento. Por servirlo estoy aqui, y he vivido cosas que sé que llevaré en mi corazón mientras viva.

Nunca pensé que este día llegaría. Chingao, esto lo debí de haber hecho en mi casa, eso de llorar en público no es lo mío.

Sé que nada, nunca, va a ser igual. Que se venderá la casa donde crecí, a la que amo profundamente. Y esa niña asustada que está aquí adentro, que odia el cambio y que siempre contó con esa ancla aquí en el país que adopté como mío, aunque no tenga un permiso de trabajo, está a punto de entrar en pánico.

No sé cómo diablos voy a poder ver a mi papá ahí enfrente, con esa gente a la que les ha dedicado su vida a su alrededor, en una iglesia a la que le hemos dado todo, TODO. No es sólo decirle adiós a la responsabilidad, a ser hija de un Obispo, al trabajo que hemos invertido aquí, es decirle adiós a mi vida, a la gente que me vió crecer, a mi infancia.

Las despedidas no son lo mío. También el miedo de que voy a ver a mi abuela de 94 años, y que ya no regresaré en un buen rato, me produce miedo. Esa señora, que tiene mi rostro, que refleja lo que soy, lo fui y lo que seré. Esa señora que me recuerda que los años no pasan en vano, y que todos, poco a poco nos llenamos de arrugas y de recuerdos. De vidas que no vivimos y de futuros cada vez más cortos. Esa señora que sabe lo que es la fuerza, lo que es la vida, lo que es soportar y seguir adelante. Que está llena de historias que por la distancia yo jamás he oido, y que no oiré jamás.


Es dificil, nadie, nunca, sabrá lo que estoy sintiendo en este momento, sólo quisiera que alguien me tome de la mano y me diga, todo va a estar bien. No necesitas seguir creciendo, esta vida que nunca nadie entendió, se termina y has quedado completa, te ha formado y ya no necesitas de ella. Pero, si es así, ¿porqué me siento tan triste?

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