viernes, 25 de abril de 2008

Recuento de los daños.

Puta madre.. se terminó... gracias Tuca... gracias Solari... ojalá que se pudran el Piojo y sus pescaditos en Primera A.

¿El saldo? El saldo no es positivo, pero lloro... lloro porque ha sido un año futbolístico muy difícil... de esos que sólo Puebla y Veracruz entenderían...

Llegó el Tolo, y por primera vez en MUCHO tiempo, me permití ilusionarme con un Tigres... soñar en que las cosas podían ser diferentes, en que el Chueco podría regresar, en que tendríamos una buena campaña, olvidarnos del descenso y pensar en algo más. El viernes, antes de empezar el campeonato, miré con lágrimas en los ojos a alguien y le dije... ESTA ES LA NUESTRA... MAÑANA EMPIEZA NUESTRA CAMPAÑA...

Me acuerdo cuando perdimos allá en Veracruz el torneo pasado. En ese partido, en la Jornada 4, anotó Kikin Fonseca el primer gol para Tigres de la temporada. Ese día mis ojos se llenaron de lágrimas, porque mi garganta esperó un mes de haber empezado el torneo para gritar un gol. Y después... después pasó lo de siempre, nos ganaron.

Lloré con cada derrota, pero hay una, una que recuerdo muy bien. Puebla 3-0 Tigres. Walter jugó medio tiempo. Walter estaba muerto. Y Walter dijo adiós al día siguiente. Se desató una novela que, junto con el mal paso del equipo nos dejó desconsolados, desconcertados, sin esperanza. El equipo mal... el ánimo por los suelos... todo mal...

Empezó el campeonato siguiente y nos regalaron ilusión... que se vino abajo con los tres goles que nos encajó Veracruz. Otra vez Veracruz. Parecía que cuando teníamos que ganar no podíamos... no sabíamos hacerlo. Se fué Tolo. Las cosas parecían que mejoraban, pero Puebla, otra vez Puebla, se encargó de recordarnos quienes éramos y en dónde estábamos.

Llegó la hora de salvarnos, con un triunfo nos salvávamos. Pero la Gata falló un penal.

Es muy dificil pasar por todo lo que pasamos nosotros. Es muy dificil entender el porqué de las lágrimas que hay en este momento. Es dificil pensar que lloro de felicidad, y que esa felicidad me la dió Veracruz. Que toda la angustia de un año, todo el dolor de ver a tu equipo en el piso, de decirle adiós a un viejo amigo, de las goleadas en contra, de directivos despedidos, de que uno de tus mejores amigos y de los primeros tigres que conocí me diga: QUIERO QUE TIGRES DESCIENDA.

Todo el saldo de la temporada está saliendo en este momento. GRACIAS... gracias a los equipos que son peores que nosotros, gracias a los ex técnicos que nos dice TIGRES NO SE VA... gracias a la gente que no sólo vivió, si no que sufrió este año conmigo.

Nunca me había alegrado de las lágrimas de los demás, nunca había estado en esa posición. Hoy, hoy me alegro porque mis lágrimas son de alegría, son de esperanza... son de FE y las de ellos no.

3 comentarios:

Solid Neos dijo...

La verdad...la verdad... uff... un miedo menos. Nada está salvado, aún falta mucho camino por recorrer, pero el fútbol es así, no? Hoy le toca a Veracruz, que dicho sea de paso, ya está acostumbrado, y tampoco es que haya hecho mucho para merecer la permanencia (al igual que Tigres)

Ni modo, así es en estos casos, da penita porque no me gustaría ser yo el que estuviera en sus zapatos... pero pues ya.

Tuca no te acabes!

Anónimo dijo...

Che temporada.
Creo que lo que le pasa a Tigres es para "Un caso de análisis cientifico".... y nadie se pondría de acuerdo.
Necesitamos esos 6 puntos. URGEN...
Acabo de ver en ESPN a la gente del Veracruz.. chin, que feo se siente.

Sylvanelle dijo...

No manches! Dijiste todo lo que queria decir y no lo hubiese podido expresar de esa manera ni en mil años.